jueves, 13 de enero de 2011

Lo hijos del Sol

Y dijo el sabio Pachacutec que el rey Sol y la reina Luna se unirían aquel glorioso día, y así fue.

Como una mujer y un hombre de amores desgraciados, el Sol y la Luna estaban condenados a no encontrarse jamás. Pero el gran Pachacutec profetizó que un día ambos se amarían y de ese encuentro nacerían un niño y una niña en el lago Titicaca.
El día predicho, la Tierra se oscureció y la Luna se unió al Sol. Y los hombres que llegaron al gran lago encontraron allí un hombre apuesto y fuerte junto a una doncella hermosísima.
Como padre suyo que era, el dios Sol les había ordenado andar por todo el mundo, y les había entregado una lanza de oro que debían golpear en las rocas que encontraran, para allí donde la vara se hundiera con un solo golpe, levantar una ciudad en honor del Sol y nombrar un rey para los hombres.
Así lo hicieron los Hijos del Sol. Enseñaron a los hombres la caza y la agricultura, el arte de la guerra y las oraciones y plegarias a su padre Sol, construyendo juntos templos y palacios en su honor.Los hombres de aquellas tierras, agradecidos, le dieron al Hijo del Sol el nombre de INCA, que significaba en su lengua "príncipe", y llamaron MAMAUCHIC a la Hija del Sol, que significaba "madre".
Los dos Hijos del Sol, acompañados por las gentes del lugar, recorrieron montes, valles, ríos, buscando el sitio donde la roca cedería al primer golpe de la lanza, indicando así el lugar donde fundar la ciudad. Finalmente, en una montaña llamada Huanacauri, la roca cedió, y los Hijos del Sol reunieron allí a los hombres y les hablaron de la riqueza y la pobreza, la paz y la guerra, la justicia y la injusticia... todas ellas enseñanzas de su padre Sol. Y fundaron una ciudad con templos que veneraban al Sol, dador de vida, y con plazas y mercados, huertos y prados donde habrían de crecer libres generaciones y generaciones.

Antes de despedirse, los Hijos del Sol pidieron a los hombres que escogieran de entre todos ellos al más honrado y sabio, al que coronarían como rey para que les guiara en su nuevo camino. Así nombraron a Manco Cárpac como el primer príncipe de todos, el primer Inca.Y el próspero imperio de los Incas se extendió más allá de las montañas y los ríos de su origen. Los hombres erigían templos y fundaban nuevas ciudades, construían carreteras y hacían crecer sus rebaños en una época en la que esto era impensable para la mayoría de las civilizaciones que poblaban la Tierra. Y por siglos y siglos continuaron adorando al rey Sol, dador de vida y protector de su pueblo.





...claro que todo esto sucedió mucho antes de que los hombres con cabeza de hierro y cuerpo de caballo llegaran a sus tierras destruyendo y asolando cuanto encontraban a su paso...

martes, 19 de octubre de 2010

Fragmentos del Señor de los anillos (Selección 1)


Dejo varios diálogos de una de mis sagas de libros favoritas:


"Igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan. Llenas de oscuridad y constantes peligros, esas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar bien?¿cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido? Pero al final, todo es pasajero, como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día.
Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas.
Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo, ahora lo entiendo, los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran, pero no lo hacen, siguen adelante, porque todos luchan por algo.
-¿Por qué luchas tu Sam?
-Para que el bien reine en este mundo, señor Frodo. Se puede luchar por eso.



"¡Qué lástima que Bilbo no haya matado a esa vil criatura cuando tuvo la oportunidad!
-¿Lástima? Sí, fue lástima lo que detuvo la mano de Bilbo. Lástima y misericordia: no matar sin necesidad. Y ha sido bien recompensado, Frodo; puedes estar seguro: la maldad lo rozó apenas y al fin pudo escapar por el modo en que tomó posesión del Anillo, con lástima.
-Lo lamento -dijo Frodo-; estoy asustado y no siento ninguna lástima por Gollum.
-No lo has visto -interrumpió Gandalf.
-No, y no quiero verlo -replicó Frodo-. No puedo entenderte. ¿Quieres decir que tú y los elfos habéis dejado que siguiera viviendo después de todas esas horribles hazañas? Ahora, de cualquier modo, es tan malo como un orco y además un enemigo. Merece la muerte.
-La merece, sin duda. Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos."

Estos dos que siguen son de las pelis:


Arwen: ¿Por qué temes al pasado? Eres el heredero de Isildur, no Isildur en persona. Tú no compartes su destino.
Aragorn: La misma sangre corre en mis venas. La misma debilidad.
Arwen: Tu tiempo llegará. Te enfrentarás al mismo mal, y lo derrotarás.
A si i-Dhúath ú-orthor, Aragorn. Ú or le a ú or nin (La sombra aún no domina, ni sobre ti, ni sobre mi)


Aragorn: Dijiste que acabarías uniéndote a mí, renunciando a la vida inmortal, propia de tu pueblo.
Arwen: Y lo sigo diciendo. Antes compartiría una vida contigo que enfrentarme a todas las Edades de este mundo sola. Elijo una vida mortal.
Aragorn: No puedes darme esto.
Arwen: Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón







El próximo posteo que haga, va a ser de dos frases (una de Aragorn y otra del rey de Rohan, antes de ir a la batalla que son excelentes)

jueves, 30 de septiembre de 2010

La diferencia entre cielo e infierno

Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado: Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.

Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Sacado de un libro sobre Simón Rodriguez, pedagogo y maestro de Simón Bolívar

"Leer es resucitar ideas sepultadas en el papel; cada palabra es un epitafio: llamarlas a la vida es una especie de milagro, y para hacerlo es menester conocer los espíritus de las difuntas o tener espíritus equivalentes que subrogarles; un cuerpo con el alma de otro sería un disfraz de carnaval; y cuerpo sin alma, sería un cadáver".

lunes, 16 de agosto de 2010

Fragmento de la saga "Historias de Terramar lV - Tehanu" de Ursula Le Guin



Cuando Segoy sacó del mar las islas del mundo al comienzo de los tiempos, los dragones fueron los primeros seres nacidos de la tierra y del viento que soplaba sobre la tierra. Eso dice la Canción de la Creación. Pero su canto también decía que en ese entonces, en un comienzo, los dragones y los hombres eran una sola cosa. Eran un solo pueblo, una raza, seres alados que hablaban la Lengua Verdadera.
Eran hermosos, y fuertes, y sabios, y libres.
Pero con el tiempo nada puede ser sin devenir. Entonces algunos de los del pueblo de dragones se aficionaron más y más al vuelo y a lo primitivo, y empezaron a relacionarse cada vez menos con el quehacer, o con el estudio y el aprendizaje, o con las casas y las ciudades. Sólo querían volar cada vez más lejos, cazando y comiéndose sus presas, ignorantes y despreocupados, ansiosos de más y más libertad.
Otros seres del pueblo de dragones empezaron a interesarse menos por el vuelo y en cambio comenzaron a acumular tesoros, riquezas, objetos, conocimientos. Construyeron casas, fortalezas para guardar sus tesoros, para así poder legarles a sus hijos todo lo que habían adquirido, tratando sin cesar de poseer más y más. Y llegaron a temer a los seres salvajes, que podían llegar volando y destruir todos sus preciados tesoros, consumirlos en un estadillo de llamas por simple desdén y crueldad.
Los salvajes no se atemorizaban ante nada. No aprendían nada. Como eran ignorantes e intrépidos, no podían ponerse a resguardo cuando los que no volaban los atrapaban como animales y les daban muerte. Pero otros seres salvajes llegaban volando y prendían fuego a las hermosas casas, y destruían y asesinaban. Los más fuertes, salvajes o sabios, eran ios que daban muerte antes a los otros.
Los más temerosos se ocultaban para no participar en la lucha y cuando ya no había donde ocultarse, escapaban. Recurrían a su destreza para fabricar cosas y construían barcas y se marchaban hacia el este, alejándose de las islas occidentales donde los enormes seres alados embestían entre las torres destruidas.
Entonces, los que habían sido dragones y seres humanos a la vez se transformaron, convirtiéndose en dos pueblos: los dragones, siempre menos numerosos y más primitivos, dispersos por su codicia y su cólera infinitas e insensatas, en las lejanas islas del Confín del Poniente; y los seres humanos, multiplicándose sin cesar en sus opulentos pueblos y ciudades, ocupando las Islas Interiores, y todo el sur y el este. Pero algunos de ellos conservaron el saber de los dragones —la Lengua Verdadera de la Creación— y ésos son ahora los hechiceros.
Pero, como dice la canción, entre nosotros también hay algunos que saben que antaño fueron dragones, y entre los dragones hay algunos que saben de su parentesco con nosotros. Y éstos dicen que cuando el pueblo único se convirtió en dos pueblos, algunos de ellos, que aún eran seres humanos y dragones, que aún tenían alas, no se marcharon hacia el este sino hacia el oeste, por sobre el Mar Abierto, hasta llegar al otro lado del mundo. Allí viven en paz, como enormes seres alados a la vez salvajes y sabios, con mente humana y corazón de dragón. Y entonces la mujer cantó:
"Más al oeste que el oeste
más allá de la tierra
mi pueblo danza
en el otro viento."

miércoles, 4 de agosto de 2010

Extracto de La rueda del tiempo 13 (10 versión vieja): "El cuenco de los vientos", de Robert Jordan

Para Perrin, con su agudeza visual, la luz de la luna era casi tan intensa como la del sol, pero en ese momento habría deseado que lo envolviera la más profunda oscuridad. Rand tenía el rostro crispado y demacrado; era el semblante de un hombre que tiene ganas de gritar o tal vez de romper a llorar y que se está conteniendo con todas sus fuerzas. Fuera cual fuera el truco que las Aes Sedai utilizaban para que el calor no las afectara, Rand y los Asha'man también lo conocían, pero su amigo no lo estaba usando en ese momento. La temperatura nocturna habría sido la normal de un día de verano caluroso, y el sudor le corría a Rand por la cara tanto como a Perrin.
A pesar de que Perrin había hecho ruido al pisar la hierba reseca, Rand no miró hacia atrás; no obstante, habló con voz enronquecida, sin dejar de mecerse:
—Ciento cincuenta y una, Perrin. Ciento cincuenta y una Doncellas han muerto hoy. Por mí. Se lo prometí, ¿comprendes? ¡No discutas conmigo! ¡Cállate! ¡Vete! —A pesar de transpirar profusamente, Rand tembló—. No es a ti, Perrin. No es a ti. Tengo que mantener mis promesas, ¿entiendes? He de hacerlo, por mucho que me duela. Pero también debo mantener la promesa que me hice a mí mismo. Por mucho que duela.
Perrin trató de no pensar en la suerte que aguardaba a los hombres capaces de encauzar. Los afortunados morían antes de volverse locos; los que no tenían suerte, morían después. Tanto si Rand se encontraba entre los primeros o los segundos, todo dependía de él. Todo.

lunes, 2 de agosto de 2010

El mejor amigo del hombre


El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están mas cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite.
La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad. Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso coloque nubes sobre nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO. Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus enemigos. Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, mas allá de la muerte.



La imagen es de mi perro Roy, quién fue mi fiel compañero durante 13 años y cumplió cada una de las cosas expuestas en este texto. Ya que quieren matar tantos perros en Neuquen comparto esto para que podamos decir un gran No, y que la única especie racional de este planeta use ese don divino para de una vez por todas no hacer daño a sus seres cercanos.